Maratón de Valencia.Otro paso más en el camino que comenzamos hace unos meses.
Maratón con sabor dulce y agrio. Dulce la maratón misma, empezando por los que batieron su marca, el Lozano GRANDE DE LORCA, los acólitos Gabi Chumillas el animoso y Pedro Sola el silencioso, continuando con mi“brotherico” el imprescindible y Feo Miguel, que nos llevó al ritmo oportuno. Aplaudir y mencionar a los nuevos maratonianos Pepe Benigno yMariano.
Agrio porque uno nunca está a salvo de lo que les pasa a los amigos (lo tomo prestado), y sus dolores, en buena parte, siempre acaban agrediéndote a tí.
En cuanto a mi pareja de Sables, Miguel Pajel el buen samaritano, se quedó con la miel en los labios ya que en el kilómetro 38 tuvo que parar para atender a un amigo corredor que deshidratado estaba tendido en tierra. Él ya es maratoniano moral.
Otro paso más en el camino que comenzamos hace unos meses. Ya se vislumbra el desierto. Una nueva ventana a la que asomarse a un espacio deseado, anhelando que se abra de par en par y nos bañe con su luz cegadora, nos perfume con sus aromas, nos ofrezca su aire nuevo y que como un río viajando por su cauce, la mente esculpa y timonee emociones que den valor a la rutina. Me aseguraré de llevar entre mi equipaje esa brújula necesaria que colocaré junto a los objetos obligatorios.
"Yo digo que las estrellas le dan gracias a la noche"... suena y me escapo en/ con las notas... No sé qué decir... no acuden las palabras... tal vez demasiado apretado por las emociones y las dudas.
“No es otra la llave que abre mi puerta,
me ha servido la misma de ayer y anteayer.
También semejantes son los ojos
que devuelven en el espejouna mirada turbia a los míos...
Diría que me conocen, acaso les suene mi cara y
vivan en el recuerdo reciente de la última madrugada.
No es otra la llave que abre mi puerta, digo,
ni otra la palabra que enreda mi boca,
me han servido repetidas
las que ayer usé como un obrero experto
sin ambición, sin ascenso,
como un peón perpetuo de la vida,
vitalicio armador del andamiaje de un día
de otro día...”